Pues si hoy estoy de cumple, cumpliendo los cuarenta, madre mía quien me lo iba a decir, pero el tiempo pasa y casi no te das cuenta, lo único que me sale decir es gracias, gracias a Dios, gracias a mi familia, gracias a mis amigos, por todo lo que he recibido y espero que el tiempo que me quede por vivir sea igual de maravilloso que hasta ahora he vivido.
Y ahora para acabar os pongo unas fotos de unas amigas muy longevas, que hacen que te des cuenta de lo pequeños e insignificantes que somos. Empezaré por la encina pues es mi árbol favorito, es el más abundante en la zona en que vivo, y su crecimiento lento y su belleza hace que nunca me case de verlas.
Esta encina (Quercus rotundifolia) se encuentra entre La Roda y Munera, y se llama la encina de Monteagudo, y para que una encina crezca así tienen que pasar muchos, pero que muchos años, le tengo que dar las gracias a Manolo López por llevar hasta ella.
Esta otra encina se encuentra en Casa Aparicio (Higueruela) y se le conoce como la encina de la señorita, aquí le doy las gracias a Jesús Tolsada por su amabilidad y buen conocedor de su pueblo.
Esta otra también se encuentra en Alpera, en el paraje Casa Delgaldo y también es una autentica leyenda viva de las encinas que nos quedan.
Para terminar con las encinas quiero añadir otra que me impresiono por la simetría que guardan sus ramas, esta en la zona de Bete (Higueruela).
Ahora voy a cambiar de especie, voy a olmo (Olmus minor) un árbol que se encuentra muy amenazado por una enfermedad que se llama grafiosis y que esta terminando con todas sus poblaciones, de los olmos se puede decir tantas cosas que me quedaría corto, simplemente estar bajar su sombra es como un aire de frescura en la cálida meseta castellano manchega. Ah se me olvidaba también se encuentra en Alpera al lado de Casa Delgado
Y anoche me llegaron dos regalos inesperados, la salida de la luna por encima de Chinchilla de Montearagón.
Pues lo dicho nos vemos, no en los bares si no....en la hermana naturaleza, hasta pronto amigos.
